PREGUNTA
¿Por qué mis padres, mis profesores no me enseñaron
a respirar, a danzar, a hacer música con cuatro latas; por qué no me enseñaron
a meditar, es decir, a estar en silencio, a parar esa caja de grillos que es mi
cabeza; por qué no me enseñaron a reírme de mí mismo, a amar sin expectativas
ni demandas, sin posesividad; por qué no me enseñaron a hablar, a expresar lo
que siento, por qué no me enseñaron a escuchar; por qué no me enseñaron a ser
espontáneo, sencillo y natural; a ser auténtico, humilde y creativo; por qué no
me enseñaron a cocinar, a comer, a cagar bien; por qué no me enseñaron a
navegar en mis emociones, a mirar cara a cara al miedo, a aceptar el dolor y la
muerte; por qué no me enseñaron a equivocarme, a decir no, a descubrir mi
propio camino? ¿Por qué no me enseñaron a ser el maestro de mí mismo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario