PRINCIPIOS DEL MENSAJE DE LA ETERNIDAD
(tomado del libro
“Mensaje de la Eternidad”
de Marlo Morgan)
1.
Expresa tu creatividad individual
Cada persona contempla el mundo a través de
su propio conjunto de experiencias, y por eso ofrece una percepción única del
mismo.
La creatividad debería ser una fuerza
positiva y como tal ha sido creada, pero
cada uno de nosotros posee el don del libre albedrío y, por tanto, puede
utilizarla de tal forma que resulte negativa para uno mismo y para el mundo.
La clave está en dejar que nuestras acciones
reflejen quienes somos, y en buscar motivos para sentirnos orgullosos de cuento
expresamos.
2.
Sé consciente de tu responsabilidad
Eres un invitado en este planeta y, como tal,
se espera se ti que lo dejes como lo encontraste o, en todo caso, en mejores
condiciones. Eres responsable de cuidar a todas las demás formas de vida que no
pueden hablar ni valerse por sí mismas. Eres responsable de las promesas que
haces, los acuerdos que aceptas y los resultados de tus acciones, y deberás
asumir las consecuencias de todo ello en tu evolución eterna.
El hombre es un ser eterno.
Eres responsable de tu cuerpo. Se trata de un
regalo que has tomado prestado a los elementos; con tu conciencia, has ayudado
a darle forma y le has imbuido vida. Debes cuidarlo.
Eres responsable, en fin de lo que crees y
compartes con el resto del mundo, de salvaguardar el bienestar de otros y de
perjudicar la vida.
3.
Antes de nacer, te comprometiste a ayudar a los demás
La experiencia humana no debe ser un viaje en
solitario. Se espera de nosotros que nos apoyemos y cuidemos mutuamente. Todo
lo que hacemos debe ir precedido de un mismo pensamiento: “¿Qué es lo mejor
para todas las formas de vida en todas partes?”
Servir a los demás significa ayudar, compartir
conocimientos y aportar energía positiva a la vida de otra persona. Todas las
personas tienen derecho a ser tratadas con dignidad y respeto desde que nacen.
Servir... significa ser consciente de que
formamos parte de un equipo... del que depende el destino del planeta...
4.
Persigue la madurez emocional
A medida que maduramos y avanzamos en el
entendimiento de lo que significa ser humano, nuestra meta es crecer, aprender
a disciplinar y seleccionar las emociones.
Sólo somos felices en la medida en que nos
permitimos serlo.
Es bueno y deseable experimentar emociones...
También debemos aprender a honrar nuestras
emociones, en especial la alegría y la pena.
Una de las emociones más importantes para la
salud... es la risa. Como seres humanos que somos, nacemos con el singular don
del sentido del humor y la capacidad de expresarlo. Gracias a risa y la alegría, el cuerpo puede permanecer
sano y contrarrestar los desafíos al bienestar.
El humor es un mecanismo supresor de
problemas; aporta solidez a las relaciones y transmite alegría a quienes nos
rodean.
Sin embargo, la clave está en la sinceridad.
No podemos aspirar. No podemos aspirar a descubrir quienes somos, por qué
estamos aquí o aprender a valorar nuestra trayectoria a menos que digamos la
verdad en todo momento.
5.
Debes entretener
Así es. Una parte de nuestra misión terrenal
consiste en distraer y canalizar nuestra atención para aquellos que nos rodean.
El acto de entretener responde a un impulso voluntario y debe tener por
objetivo alegrar al triste, consolar al abatido, confortar al difunto y dar
salida a nuestra creatividad. Entretenerse a uno mismo puede ayudarnos a
madurar desde el punto de vista emocional.
6.
Aprende a administrar tu energía
Cada palabra, acción y pensamiento en el que
nos concentramos contiene energía. ... Nuestro mundo no está hecho de otra
cosa.
... Es la energía colectiva lo que da forma a
todo lo que vemos y a los niveles de conciencia que rodean a las personas y a
los lugares...
Si cada uno de nosotros adquiere conciencia
de su responsabilidad como administrador de su propia energía y predica con el
ejemplo; aquello en lo que centremos nuestras energías, crecerá.
Debemos cambiar las vibraciones negativas...,
perdonar y olvidar, ser más optimistas, buscar el lado positivo de las cosas.
7.
Recréate en la música
Una de los mayores dones concedidos a la raza
humana es la capacidad de vocalizar... La expresión creativa y el
entretenimiento pueden incluir la música.
La música influye en la humanidad y, de
hecho, la energía que libera puede servir para sanar el cuerpo y el planeta.
Todos llevamos música dentro y percibimos su
influencia.
8.
Lucha por alcanzar la sabiduría
La sabiduría es algo muy distinto del
conocimiento. Consiste en la forma de utilizar los conocimientos. Se basa en
una decisión voluntaria y selectiva de actuar o no, tomando en consideración el
bienestar de todas las partes implicadas.
Saber honrar el propósito de todas las cosas
y actuar en aras del bien supremo de la vida en todas partes es una prueba de
sabiduría.
9.
Aprende a auto-disciplinarte
Cada uno de nosotros, tiene la obligación de
procurar que sus acciones sean compatibles con la vida pacífica, productiva y
feliz del planeta.
La auto-disciplina nos ayuda a alcanzar la
sabiduría. Y puede contribuir a conservar el cuerpo sano.
Es necesario aprender a controlar las propias
emociones... Aprender a distinguir entre lo que dice tu mente y lo que dice tu
corazón. La voz del cerebro es un producto de la sociedad, mientras que la voz
del corazón es un mensaje de la Eternidad.
10.
Observa sin juzgar
Observar sin tratar de establecer juicios.
Cada uno de nosotros ha sido agraciado con el
don del libre albedrío o libertad de elección. La Fuente es perfecta, y todo lo
que crea es igualmente perfecto.
En la Eternidad no existen errores...
Si juzgas, debes aprender también a perdonar:
perdonar a los demás, perdonar las circunstancias, perdonarte a ti mismo.
En cambio, cuando te limitas a observar sin
emitir juicios, no hay nada que perdonar. La observación está estrechamente
relacionada con el hecho de entender y asimilar una verdad universal: todo lo
que existe forma parte del perfecto Orden Divino.
Si nos esforzamos día a día y ponemos todo
nuestro potenciar en alcanzar nuestro intrínseco estado de perfección,
convertiremos el mundo en un lugar mucho mejor.